¿Placas de autoconsumo aislado o conectado? ¿Qué opción es mejor?

Comparte:

Cuando vamos a instalar placas fotovoltaicas en casa, entre todas las decisiones que debemos tomar está si nos decidimos por el autoconsumo aislado o por el autoconsumo fotovoltaico conectado a la red.

Ambos tipos de autoconsumo tienen sus pros y sus contras, que debemos valorar antes de tomar una decisión dependiendo de dónde esté nuestra vivienda, si tenemos acceso al tendido eléctrico, si queremos ser autosuficientes al cien por cien, cómo es nuestro consumo, etc.

¿Qué son las placas de autoconsumo aislado?

Las placas de autoconsumo aislado son aquellas que se ponen sin enganchar a la red eléctrica, por lo que la única energía que vamos a consumir es la que generen y podamos guardar en las baterías si decidimos colocarlas.

Ventajas de las placas de autoconsumo aislado

Por supuesto, este tipo de energía tiene una serie de ventajas que hacen que cada vez más personas se decanten por ella, en especial en lugares aislados de los núcleos urbanos.

No necesitamos conectarnos a los postes eléctricos.

Una de sus principales ventajas consiste en que al estar aislados de la red de electricidad no hace falta que haya una línea cerca.

Te interesa: Las 5+1 cosas que debes saber sobre tu instalación aislada de autoconsumo.

Esto no es importante en una población, en donde todas las viviendas tienen acceso a la electricidad, pero sí lo es cuando tenemos la típica casa de campo aislada que no posee una línea al lado.

Además, aunque lo tuviera, el enganche nos puede costar varios miles de euros que podemos invertir en ser autosuficientes con unas placas de autoconsumo aislado.

Somos autosuficientes al 100%

Esta ventaja no tiene nada que ver con lo monetario, sino con las sensaciones o si queremos decirlo así, con los sentimientos. Sentir que somos autosuficientes al 100% nos genera un efecto de bienestar muy intenso.

Hay que pensar que siempre estamos dependiendo de algún tipo de servicio, por lo que no necesitar a nadie para tener electricidad es algo nuevo y satisfactorio.

Sabemos que toda la energía que consumimos es gratis

Volviendo al tema del dinero, con el autoconsumo aislado no gastamos un solo céntimo en electricidad. Una vez amortizada la instalación, algo que se hace en poco tiempo dado los precios actuales de la energía, todo lo que consumamos es gratis.

Esto no ocurre cuando estamos conectados a la red, pues si no hay bastante sol consumiremos electricidad de la compañía que nos la suministra y que luego veremos reflejada en el recibo.

Inconvenientes de las instalaciones fotovoltaicas aisladas

Al igual que este tipo de instalaciones tienen ventajas también tienen sus inconvenientes que siempre hay que tener en cuenta.

Hay que colocar baterías

Si no estamos conectados a la red y queremos disponer de electricidad las 24 horas del día hay que poner baterías, más cuanta más energía demandemos.

En el caso de no tener baterías, si el día amanece nublado o necesitamos electricidad por la noche no la vamos a poder usar y lo cierto es que las baterías son las que más encarecen las instalaciones.

El rendimiento es bajo cuando hay poca radiación solar

Hay días del año, esto dependerá de la zona en la que vivamos, en los que la radiación solar no es muy alta. En esos días la producción de las placas será baja y la carga de las baterías tampoco será muy elevada, de manera que hay riesgo de quedarnos sin energía.

Si se nos agotan las baterías nos quedamos sin electricidad

Cuando hablamos de fotovoltaica aislada vs conectada a la red entre los mayores inconvenientes de la primera está el tema de las baterías.

Al agotarse y si no hay bastante sol para comenzar a recargarlas no habrá electricidad, por lo que tendremos que esperar a que haya bastante radiación social para volver a tener energía.

Instalaciones fotovoltaicas conectadas a la red

Una alternativa a las placas de autoconsumo aislado es el fotovoltaico conectado a la red, en donde ponemos placas, pero a la vez seguimos conectados a la red eléctrica.

Ventajas de las instalaciones conectadas a la red

Este tipo de instalación tiene muchas ventajas para muchas personas, en especial para las que viven en entornos urbanos y poseen tejados grandes en los que colocar las placas.

Nunca nos quedamos sin luz

La mayor ventaja de estas instalaciones es que jamás nos vamos a quedar sin energía eléctrica, puesto que si hay unos días con poca radiación se puede consumir energía de la red y eso es algo que se hace de manera automática, sin que nosotros tengamos que intervenir y sin que nos demos cuenta.

Te interesa: ¿Qué rentabilidad tiene la instalación de placas solares en casa?

Por otra parte, si en un momento dado hay un corte de energía eléctrica las placas (y sobre todo las baterías si las ponemos) se encargarán de que sigamos teniendo corriente e incluso evitando que nos enteremos del corte del servicio.

No hace falta poner baterías

Al no depender de las placas al cien por cien para poder tener electricidad no hace falta poner baterías, lo que abarata mucho la instalación. De hecho, el no colocar baterías es lo que permite que la instalación se amortice en muy poco tiempo.

Sin baterías, toda la energía que vayamos generando se inyecta a la red de nuestra casa para ser consumida en el momento, no gastando nada del exterior.

Se pueden recargar las baterías cuando la luz esté más barata

Aunque no hace falta que coloquemos baterías sí que se pueden poner y en el mercado hay de varios tipos, para que escojamos las que mejor se ajusten a nuestro presupuesto.

Dicho esto, y a pesar de que ahora no es el momento óptimo para cargar baterías con electricidad “de la calle”, es algo factible a cualquier hora, pero mejor en aquellas en las que la electricidad está barata.

Por ejemplo, si hay una situación como la que pasamos con la borrasca ‘Filomena’, en la que hubo una semana sin sol, se pueden aprovechar las horas más económicas para llenar las baterías y consumir la electricidad que almacenemos en ellas.

Podemos vender la energía sobrante

Dependiendo del número de placas que pongamos y del consumo de la vivienda en muchas ocasiones nos sobrará energía que podemos vender a la compañía eléctrica.

Hay que hacer algo de papeleo, de eso se encarga la empresa que nos coloca las placas, y desde ese momento todo el excedente lo podemos vender a la compañía eléctrica, que nos lo descontará en la factura de la luz.

Inconvenientes de las placas conectadas a la red eléctrica

Por supuesto, aunque las placas conectadas a la red no tienen demasiados inconvenientes también presentan algunos.

Hay que seguir pagando la factura

El mayor inconveniente es que a pesar de haber invertido en una instalación fotovoltaica, que puede ser más o menos cara si nos hemos decidido por poner baterías, vamos a tener que seguir pagando el recibo de la luz todos los meses.

No nos libraremos de pagar el término fijo de potencia, que no sería de extrañar que subiese cuando las instalaciones fotovoltaicas se generalicen y también estaremos gastando kilovatios cuando las placas no generen lo suficiente.

Esto quiere decir que en determinados periodos del año como el invierno, si vivimos en la zona centro o en un lugar montañoso, es posible que la factura de la compañía eléctrica siga siendo alta.

Las compañías eléctricas pagan los excedentes a precios ridículos

Dentro de las ventajas decíamos que los excedentes de las placas se podían vender, pero aquí hay un problema y es la desigualdad de precios.

Mientras la empresa que nos suministra la luz nos vende el kilovatio a un precio mínimo que ya alcanza los 0,22 € a nosotros nos lo compra a unos 0,05 €, por lo que la diferencia es más que evidente.

Además, los descuentos solo se hacen en la parte variable de la electricidad (la fija puede llegar a representar hasta el 60%) y siempre hay un límite en la cantidad que podemos venderles, aunque es cierto que es raro que una instalación doméstica pueda llegar a él ningún mes.

Conclusiones sobre instalación aislada vs conectada

Ya sabemos qué ventajas e inconvenientes tiene cada uno de los dos tipos de instalaciones, de manera que la comparativa de fotovoltaica aislada vs conectada a la red no tiene demasiado sentido, pues el ganador dependerá de las circunstancias de cada uno.

Así, mientras el fotovoltaico aislado se usa mucho en casas de campo e incluso para obtener agua para riego (las bombas de agua gastan mucha electricidad), el fotovoltaico conectado a la red se usa más en casas que están dentro de los núcleos urbanos, que ya tienen conexión a la red y que instalan las placas con la finalidad de ahorrar.

A la hora de escoger entre una y otra habrá que tener en cuenta las circunstancias particulares de cada uno, y dejarse asesorar por el instalador, que es el que mejor sabe el rendimiento que nos van a dar las placas solares en nuestra zona y en la orientación en la que las vayamos a poner.

Para terminar, debemos saber que con el alza de los precios de la luz y de los combustibles (en casas aisladas se suelen usar generadores a gasolina para obtener electricidad) el periodo de amortización de las instalaciones se ha acortado mucho, incluso en el caso de que nos decidamos por poner baterías.

Por supuesto, si tienes cualquier duda respecto a estos tipos de instalaciones solares, solo tienes que contactar con el equipo de Amagi Solar. Te daremos respuesta en menos de 48 horas y sin compromiso.