La instalación se compone de un campo fotovoltaico de 5,8 kW de potencia instalada, suficiente para suministrar electricidad a la bomba subterránea que abastece de agua el cultivo del propietario durante todo el año.
Está realizada sobre una estructura metálica hecha a tal efecto, que a su vez está situada sobre una pequeña edificación donde se ubica la boca del sondeo. La instalación permite ahorrar a su propietario miles de euros en costes de energía, permitiéndole amortizar la inversión en sólo 5 años.