Se trata de una instalación en una casa de campo que cuenta con 2,5 kW de potencia instalada, y que está ubicada en una finca de la provincia de Ciudad Real. Las placas solares descansan sobre la cubierta de la casa, soportadas por una estructura de acero hecha a medida, realizada con materiales reciclados que el dueño disponía para abaratar los costes.
Su propietario dispone ahora de un inversor de 5 kW de potencia, suficiente para proporcionar energía a la bomba de agua y la depuradora de la piscina simultáneamente en verano, así como para abastecer durante todo el año las necesidades de iluminación y de suministro eléctrico a la nevera que dispone la casa de campo.